En una partida de portaaviones, acabo de presenciar la decadencia del que solía ser un buen piloto. derribado mil veces y sin poder acercarse al portaaviones enemigo, después de 6 intentos, logró llegar al puente y ser derribado allí. El pobre no tuvo mejor idea que convertirse en tanque y encerrarse dentro del hangar al final del puente. Desde dentro, atrincherado allí, no volvió a salir en toda la partida y se dedicó a bombardear el barco desde esa protección. En su madriguera...
No es de extrañar que el pobre JPVR esté sólo y sin escuadron.
Es una pena ver el ocaso tan prematuro de quien, hace tiempo, era un buen piloto...
Salud, JPVR! QEPD